Maximiliano Ramírez Olea (24) es un estudiante de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que dado su amor por las montañas, decidió enfocar su tesis en la proyección de refugios de montaña en lugares extremos e inhóspitos. Inhóspitos como Campos de Hielo Sur.

Campos de Hielo Sur actualmente tiene una extensión de 12.232 km² y quien se aventura a esta zona encontrará exactamente lo que su nombre promete: una gigantesca superficie cubierta por kilómetros de hielo. Solo Hielo, a excepción de pequeños Nunataks que emergen como islitas de roca en esta gran extensión.
Para conocer mejor al terreno donde quería proyectar un refugio de montaña, Ramírez debió prácticamente vivir en las inmediaciones del Hielo, visitando continuamente distintos sectores del Parque Nacional, lo cual lo acercaría poco a poco a una de sus zonas más remotas y menos exploradas: el glaciar Tyndall.
Un poco de historia: glaciar Tyndall
Empujado por su investigación, Maximiliano conversó con los guardaparques, donde obtuvo valiosa información para lo que serían sus acercamientos al glaciar, como la historia del austríaco Michael Kremsner que el 5 de febrero de 1985 realizó la primera ascensión al cerro Zapata, una cumbre que se alza al oeste del lago Pingo a modo de centinela que marca la entrada al Campo de Hielo Sur.



Ocho años más tarde, el austríaco decide regresar al Parque Nacional para subir otras cumbres. Esta vez en compañía de su esposa, juntos realizan el primer ascenso de varias cumbres del sector, bautizándolas para la posteridad.


Campos de Hielo Sur fue atravesado de norte a sur por primera vez en 1998-1999 por la cordada Chilena compuesta por Rodrigo Fica, Pablo Besser, Mauricio Rojas Neff, José Pedro Montt y Jorge Crossley Karmelic a quienes les tomó tres años de preparación y 98 días de ejecución concretar su cruce longitudinal. Este antecedente fue importante para la investigación de Maximiliano, quien tomó como referencia la logística que se utilizó en aquella expedición para completar la titánica misión.

Maximiliano Ramírez visitó el glaciar Tyndall en enero de este año para dilucidar dónde sería viable establecer un refugio para futuras expediciones. Luego de analizar historia, expediciones pasadas y condiciones del terreno, pudo concluir que el cerro Desconsuelo sería el lugar ideal para llevarlo a cabo.

La incursión por el glaciar Tyndall no fue fácil. El meteo prometía una ventana de 3 días, pero se estaba echando a perder. Maximiliano continuó bajo su propio riesgo por el hielo. Había nieve fresca, la cual había tapado las grietas, lo que obligaba a ir de manera extremadamente cuidadosa y lenta: “cada paso representaba una incertidumbre y no fueron pocas las ocasiones en que una pisada mal ubicada terminaba con la pierna sumergida hasta la rodilla”.
Tras otras dificultades que tuvo que sortear además de las descritas, y que son propias del terreno y de la exploración en solitario, como el tiempo seguía empeorando tomó la decisión de dar vuelta atrás:“no se trata únicamente de alcanzar un punto, sino de saber que es posible retroceder, detenerse o redirigir la ruta”.
El posicionamiento del refugio en el área del cerro Desconsuelo no fue posible proyectarlo como un solo lugar, sino que establecer cuatro puntos interconectados entre sí.
A pesar de todo, la exploración de Ramírez en el glaciar Tyndall dejó varios nuevos aportes a Andeshandbook:
Y el primer ascenso de la historia al cerro Traición

¿Te gustaría saber más sobre este primer ascenso? Te leemos más abajo.