Los misterios alrededor de la historia del andinista austriaco Hans Stepanek, quien murió en 1926 en el cerro Aconcagua, son muchos , y son parte de la experiencia de los andinistas que visitan estos parajes. ¿Qué habrá ocurrido?
Te invitamos a leer la investigación realizada por la montañista argentina Angélica Cad.
En 1926, Hans Stepanek – a quien se atribuye la primera cumbre del Plata (Mendoza, 5.956 msnm) – se convertía en
el primer montañista de nuestra era que fallecía intentando la cumbre del Aconcagua.
De Stepanek solo conocemos ese fragmento final de la historia.
Pero hay una vida antes del Plata y antes del Aconcagua y en mi empeño por conocer más a este intrigante alpinista, logré una síntesis de lo que ya había, depuré datos y encontré algunas nuevas “puntas de madeja” que merecen desenredarse. Confío en que los interrogantes se pueden responder dejando todo lo hallado por escrito y poniéndolo a disposición de quien sienta que puede ayudar a resolverlos.

La investigación se centra en los siguientes aspectos:
Aclarar el dilema de la primera cumbre del Plata
Partiendo de la referencia de Evelio Echevarría “En 1925, el inmigrante austríaco Hans Stepanek y uno o dos compañeros realizaron numerosas primeras ascensiones e incluso travesías en el Cordón del Plata” estaría claro que no hay lugar para pensar en una mala lectura del testimonio de cumbre hallado en 1937 y atribuida al deterioro de éste. Lamentablemente, no hay foto de ese testimonio de cumbre y no he podido acceder al informe escrito por Stepanek y publicado en el “Die Naturfreunde” de Viena, pero está claro que “Federico” (Friedrich Franz) Turek existió: vivió en una localidad próxima a la de Stepanek en Austria, viajaron juntos a la Argentina y tenían oficios relacionados a la metalurgia, lo que les habría facilitado instalarse en Mendoza, donde esa industria florecía.

El relato vertido en el libro “Historia del Aconcagua. Cronología heroica del andinismo” establece la evidencia de que la primera cumbre del Plata pudo ser lograda ya en diciembre de 1924.
El origen de la leyenda
Ciertamente hubo diferentes versiones y testimonios orales circulando en el ambiente andinista sobre el destino de Stepanek en el Aconcagua, lo que dio lugar a búsquedas infructuosas e, incluso, a leyendas sobre su fantasma.
Finalmente, solo un mapa publicado por la expedición italiana de 1934 con una cruz indicando el lugar en que vieron el cuerpo de Stepanek, permitió su hallazgo y recuperación.


Expedición al Aconcagua
La expedición al Aconcagua se inició el 22 de enero de 1926, con el arribo del tren a Puente del Inca.
Llevaron un equipo voluminoso y se les fue mucho tiempo en el traslado de los mismos: cinco días desde el refugio de Horcones hasta Plaza de Mulas antigua. Luego de haber realizado un reconocimiento y llevado equipo hasta los 4800 m, entre el 29 de enero y el 2 de febrero hubo temporal y lo pasaron en Plaza de Mulas antigua esperando que mejoraran las condiciones meteorológicas. El 3 de febrero, su cordada Miguel Gossler debe abandonar el proyecto porque se le termina la licencia laboral.
Aunque habían pactado no separarse, Stepanek se niega a bajar. Gossler vuelve a Puente del Inca y, al día siguiente toma el tren a Mendoza. El 5 de febrero, Stepanek asciende hacia las rocas Conway (lo cual se sabe por una nota que dejó en Plaza de Mulas antigua y fue encontrada por Gossler el 16 de febrero).
Habían acordado que Gossler debía recibir noticias luego de ocho días. Como éstas no llegaron, Gossler vuelve a la montaña el 15 de febrero (se dice que perdió su trabajo por aquello: “fue despedido en el banco en que trabajaba”. Comprueba que Stepanek ha seguido subiendo sobre una ladera con enorme acumulación de nieve llevando los equipos que habían dejado en los 4.800. A Gossler le vuelve a encontrar un temporal y ya comprende que es imposible que Stepanek esté vivo.
Muchos andinistas trataron de encontrar su cuerpo sin conseguirlo. Incluso la expedición a la que se suma José Kastelic lleva orden judicial y el encargo de encontrar su cuerpo y bajarlo.
Entre tanto, surgieron leyendas e historias de encuentros con su cuerpo petrificado o con su espíritu benévolo. Y así está el relato de Tibor Sekelj sobre el encuentro de Link con un Stepanek “pensativo” sentado sobre la piedra:
“Otro de los episodios que Link nos contó fue el vivido durante uno de los descensos solitarios de la cumbre, no recuerdo en qué año. Estaba bajando él por la cuesta cubierta de nieve iluminada
por la luna, cuando de pronto vio una roca que se parecía a un hombre sentado. Se le acercó para observarla de más cerca, y entonces se dio cuenta de que no se trataba de ninguna roca sino de un hombre sentado sobre una piedra, con la cabeza apoyada en la mano, como si estuviera descansando. Vio Link estupefacto su larga barba, las antiparras sobre el pasamontaña que le cubría la cabeza, la mochila al hombro. No cabía más duda. O era un hombre durmiendo, o era una alucinación de Link en aquella luz plateada que poblaba de visiones fantasmagóricas las
rocas torturadas por el viento. Un grito se le escapó, que él mismo no supo aclarar si era para despertar al andinista misterioso o para despertarse a sí mismo de la pesadilla; pero el grito no
surtió ningún efecto. Entonces se quitó el guante y lo tocó. Sintió un cuerpo duro bajo el traje. Le tocó la barba … y era barba. Le tocó la cara, pero sintió bajo los dedos la terrible sensación de
tocar un mármol. Retiró la mano, entonces, y corrió hacia abajo, sin saber si había enloquecido o era verdad lo que había visto. Recién después, al buscar la verdad, se enteró de que se trataba del cadáver de Stepanek, que murió sobre el Aconcagua unos diez años antes y que seguía sentado en el lugar donde había fallecido, perfectamente conservado por el intenso frío.”
Procedencia de Stepanek
La variante de este apellido, derivado del nombre Esteban, está muy difundida en Austria. La duda sobre el lugar de origen se inicia con testimonios que mutan el apellido a una forma eslava, como Stepanič, Stepanic, Stepanich o Stipanick e incluso la alusión expresa a que fue yugoslavo en una revista chilena de andinismo, todo lo cual no extraña dada la época, con un Imperio Austro Húngaro recién disuelto. La búsqueda de su registro de nacimiento en la localidad declarada en el embarque a la Argentina ha sido negativa e indica que no nació allí. Sería necesario todavía algún dato más preciso para continuar la búsqueda.
Hacer un primer intento de biografía
Creo que este punto se ha logrado en gran medida, y admite aún expansión. El simple esclarecimiento de que la profesión registrada al ingreso a la Argentina (cerrajero) alude a un oficio de la metalurgia amplía de comprensión del traslado de Stepanek a la provincia de Mendoza. Aún es posible la búsqueda presencial en registros de archivos laborales y escuelas de oficios.
También, su historial alpinista podría ampliarse, accediendo a la información que tuvieran las asociaciones austríacas. Ya el hallazgo del dato en AlpinWiki es un buen indicio.
La investigación ciertamente no está cerrada. Por ello, al pie de página del texto queda establecida la fecha de última actualización.
Para quienes estén interesados en el tema y quieran acceder al estudio completo, o incluso tengan información que deseen aportar, dejo mi correo electrónico: cad.angelca@yahoo.com.ar.
Angélica Cad (Argentina) posee formación en Enfermería, Administración de empresas y Archivística. Actualmente esta a cargo del Archivo de la Sociedad Eslovena de Mendoza e integro la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz (Mendoza).
Durante una parte de la universidad integró el grupo Manque, de la Universidad Nacional de Cuyo, con el objetivo de prevalecer el conocimiento y respeto hacia la montaña y hacia sí mismos.
Hizo cumbre en el Torrecillas (Tunuyán), pero fue rápidamente atraída por las largas travesías y vivacs grupales y en solitario.
En 1998 transitauna experiencia monástica que, entre otras cosas, le mostró que, lo que buscaba en las montañas, ya era parte de ella.
En 2006 hizo cumbre del Triglav (Eslovenia), en los Alpes Julianos. Con una viudez prematura y tres hijos adolescentes aún bajo su tutela, si bien no hizo carrera como andinista, aprendió en pocas lecciones lo que la montaña enseña a quienes se le arriman.